lunes, 17 de noviembre de 2014

CRIMINOLOGIA DEL CURSO VITAL. TEORIA DE MOFFITT



CRIMINOLOGIA DEL CURSO VITAL.
TEORIA DE MOFFITT


I.- INTRODUCCION.-

El presente estudio pretende realizar un test de la Teoría de Moffitt, estudiar el efecto o influencia que pueden tener algunos factores los delincuentes persistentes.

Terrie Moffitt distingue entre dos tipos de delincuentes, los delincuentes cuya actividad se limita a la adolescencia, y los delincuentes persistentes, que delinquen a lo largo de su vida.
Esta autora sostiene que se trata de una taxonomia de dos tipos cualitativamente diferentes de personas, cuyas causas de la delincuencia son distintas. Los que dejan de delinquir al final de su adolescencia, tenderaza se aproximas y especificas de este periodo, mientras que la del grupo de delincuentes persisitentes se ubican en su infancia.


La unidad de análisis o individuos a los que se pretende estudiar son el grupo de personas de mas de 40 años, que encontrándose actualmente en prisión, hayan delinquido antes del año 2000, por lo tanto, hace mas de 14 años, por lo que se les puede considerar delincuentes persistentes a lo largo del curso vital, ya que su carrera criminal es dilatada en el tiempo.
Los internos en el Centro Penitenciario de Martutene (San Sebastián) que cumplen este requisito en un momento determinado, (agosto de 2014) son el objeto de este estudio. En el tratamiento de los datos se les ha asegurado el mantenimiento del anonimato.

El estudio es transversal, y consiste en aun formulario de varias preguntas de las que tienen que autoinformar. Son preguntas sencillas, que se han estructurado en cinco bloques. El primero sobre el lugar de nacimiento, para indagar acerca de la procedencia, si es ciudad, pueblo, barrio o suburbio. El segundo bloque de preguntas va dirigido a indagar sobre la situación socioeconómica de la familia.  El tercero sobre la educación en la infancia. El cuarto bloque de preguntas se efectúa sobre los inicios de la actividad delictiva.  Y el último bloque  consta de preguntas sobre el consumo de drogas.

El estudio no es exhaustivo, ya que la muestra sobre la que se efectúa, si bien cumple unos requisitos objetivos, no sabemos si es representativa de todos los delincuentes persistentes del curso vital, de un lugar determinado.
Al ser un cuestionario que responden las personas encuestadas, el método es de autoinforme, con todos los problemas metodológicos que conlleva, como son el no reconocimiento de algunos delitos, reconocimiento de otros que no lo son, la tergiversación de hechos o fechas, etc.

Para la elaboración de este estudio se ha utilizado las siguientes fuentes:
-S.I.P. (Sistema Informático Penitenciario).
Serrano Maillo, Alfonso.- Introducción a la Criminología
-Criminología del desarrollo y del curso de la vida.- David P. Farrington
-El desarrollo de la criminología del curso vital en Estados Unidos: Tres teorías centrales.- Francis T. Cullen; Leah E. Daigle; Constante L. Chaple
-Observaciones y explicaciones de la conexión entre drogas y delincuencia.- Trevor Bennett y Katy Holloway
-Maria Fernanda Realpe Quintero.- Como se prepara un trabajo de investigación.


II.- MARCO TEORICO
 1.- El paradigma de las carreras criminales: la importancia del factor edad
La edad es uno de los dos factores más solidamente correlacionados con la comisión de hechos delictivos. Se sabe desde los inicios de lo que hoy consideramos Criminología científica que los jóvenes son responsables de un número desproporcionado de delitos.
Esta correlación se plasma en la curva de la edad (una curva con forma de punta de flecha o de tipi): comienzan a ascender vertiginosamente desde edades tempranas y hasta una edad que ronda los veinte años o poco más en el caso de España. A partir de ese momento, comienza a descender también muy deprisa.
Existe consenso en esta correlación entre el factor edad con el delito y respecto a la curva de la edad la interpretación no es pacifica. Existe una importante polémica sobre su interpretación:
·       La curva utiliza datos agregados. Puede no coincidir con la tendencia de los individuos. Se discute si la curva es debida a que más gente delinque de joven que de mayor, o bien  a que siempre tienden a delinquir los mismos pero con una frecuencia variable con el paso del tiempo.
·       Ninguna teoría tradicional es coherente con la misma.
El enfoque de las carreras criminales tiene un carácter marcadamente empírico y es por lo tanto compatible con distintas perspectivas teóricas. Al igual que una persona sigue una trayectoria a lo largo de su vida y en determinados ámbitos de la misma, y a eso se le denomina una carrera, por ejemplo profesional; también un delincuente puede seguir unas pautas y eso se puede considerarse, metafóricamente hablando, una carrera criminal.
Desde este enfoque se han realizado numerosos estudios que han mostrado importantes hallazgos empíricos sobre la evolución que tiende a seguir el delincuente en su carrera criminal (No debe confundirse, el concepto de carrera criminal con el de delincuente de carrera, que se refiere a delincuente especialmente activos).
El estudio del número de personas que cometen delitos en un momento concreto es la primera cuestión de interés para los teóricos del enfoque de las carreras criminales. Se refiere a que porcentaje de la población delinque en un determinado periodo de tiempo, por ejemplo un año. Esto se conoce como prevalencia o participación. La prevalencia es mayor entre jóvenes, menor que a edades adultas y prácticamente nula entre la tercera edad.
La incidencia o frecuencia individual es el número de delitos que comete un delincuente activo en un periodo concreto de tiempo, por ejemplo también un año; Los estudios han coincidido de manera abrumadora existen grandes diferencias en materia de incidencia entre los criminales: algunos comete muchos delitos, mientras que la mayoría sólo lo hace una vez en el mismo periodo de tiempo.
Una carrera criminal tiene un inicio o activación. El inicio de las carreras criminales suele producirse pronto en la vida de los delincuentes, siendo raro el inicio a edades superiores a los 30 años. Quienes comienzan su carrera criminal a una edad  temprana suelen persistir más en el tiempo, y quizá también ser más activos y cometer delitos más graves.
Las carreras criminales pueden caracterizarse por la comisión de hechos delictivos de distinta naturaleza (o versatilidad) o bien por la concentración en delitos semejantes (o especialización).
Con el desarrollo de las carreras criminales, puede existir una tendencia a cometer delitos cada vez más graves, con lo que se hablaría de una agravación de la carrera criminal.
Las carreras criminales terminan con el paso del tiempo. Cuando se ha cometido el último delito se habla de la finalización de la carrera criminal. Como idealmente la habría que esperar a que el individuo falleciera para poder estar seguro de que su carrera criminal ha finalizado efectivamente, y como a menudo un delincuente puede acabar cometiendo solamente delitos muy leves y de manera muy esporádica, se suele preferir el término de decaída, que hace referencia a que durante un cierto periodo de tiempo, como puede ser uno o más años, no sean cometido delitos de gravedad.
La duración de la carrera criminal se refiere al tiempo que va de este la comisión del primer delito, o inicio, y la comisión del último o finalización.
El enfoque de las carreras criminales encuentra su origen en la idea de que un pequeño grupo de delincuentes es responsable de un porcentaje desproporcionado de los delitos que se cometen en una comunidad. Este planteamiento puede ser coherente con la siguiente propuesta de política criminal: ¿sí fuera posible identificar a dichos individuos a una edad temprana e impedir que delinquiera? entonces el delito de una comunidad cualquiera disminuiría en una medida importante. Esta política criminal se conoce como incapacitación o inocuización selectiva. Hasta ahora, sin embargo, la misma no ha dado señales de éxito por la dificultad que conlleva identificar a dichos delincuentes.
2.- El planteamiento de la criminología del desarrollo
Coherente con el paradigma de las carreras criminales, y que también responde a una profunda preocupación por el factor edad y la curva de la edad.
La criminología del desarrollo considera que los factores relevantes para la criminalidad puede ser distintos según la edad de las personas, y así pueden constituirse tipos siguiendo criterios como la fase de la vida en que alguien se encuentra, la edad a la que se comenzó a delinquir, patrones de agravación, especialización, desistencia, etcétera, que pueden tener causas diferentes. Se trata de un enfoque teórico complejo.
La criminología del desarrollo parte y de la base de que las teorías criminológicas tradicionales son estáticas. Mientras que la criminología del desarrollo contemporánea es dinámica, las personas experimentan a lo largo de su vida nuevas experiencias, así como procesos puramente biológicos debidos al paso del tiempo. Esto quiere decir que tendencias que estaban más o menos fijadas en un determinado momento de la vida de las personas pueden verse alteradas dramáticamente en momentos posteriores; a la vez, factores causales que eran irrelevantes en cierto momento, pueden pasar a ser influyentes más adelante.
Frente a la comparación de grupos de delincuentes con grupos de no delincuentes, éste nuevo enfoque sugiere que también deben estudiarse las trayectorias y los cambios que tienen lugar de los individuos concretos con el paso del tiempo.
La criminología del desarrollo reconoce diferencias notables entre los distintos individuos; y asume que ello puede responder a causas al menos en parte biológicas o genéticas.
Loeber y Le Blanc mantienen que la criminología debe de recurrir a conceptos dinámicos que sean capaces de aprender el desarrollo de las actividades delictivas. Así, proponen el análisis independiente tres etapas:
1.     la activación se refiere al proceso que siguen las actividades criminales de un sujeto cuando éstas han comenzado ya. En las mismas pueden producirse, o no, fenómenos como los siguientes: acelerarse, en el sentido de que aumente la frecuencia de los delitos; estabilizarse, que la continuidad a lo largo del tiempo sea mayor; o diversificarse, que se tiendan a cometer distintas actividades delictivas.
2.     la agravación apunta a que con el paso del tiempo se puede producir una escalada en los delitos que se cometen, o sea que cada vez sean más graves.
3.     la desistencia hace referencia a un descenso en la frecuencia de los delitos o deceleración.
Las causas que influyen en cada uno de estos procesos pueden ser diferentes.
Lo importante es que las carreras criminales de los individuos pueden seguir diversas trayectorias que pueden ser estudiadas y quizá pronosticadas. Estas trayectorias no quedan fijadas y determinadas desde el principio, sino que pueden sufrir verdaderos cambios por el paso del tiempo o por determinadas experiencias de los individuos concretos, es decir, múltiples trayectorias de naturaleza dinámica.
Puesto que la criminología del desarrollo favorece la idea de proceso, entonces considera que el cambio es una figura que merece una atención destacada. Esta línea de investigación llama la atención sobre el hecho de que la mayor parte de quienes cometen hechos delictivos abandonen su carrera cuando termina su adolescencia o poco después, (teorías tradicionales, la delincuencia es un fenómeno que tiende a amplificarse hacía más delitos y más serios, y no a reducirse).
La criminología del desarrollo también ha mostrado una gran sensibilidad por la prevención y tratamiento de la criminalidad. La prevención es la política criminal preferida por este enfoque y su propuesta es que los esfuerzos preventivos comiencen cuanto antes en la vida de las personas y se centren en el mayor número de factores de riesgo y de comportamientos antisociales.
3.- Teoría de Moffitt. La propuesta del desarrollo de comportamientos antisociales limitados a la adolescencia y persistentes a lo largo del curso de la vida
Los recientes desarrollos de la Criminología del curso vital se han centrado en identificar a los distintos grupos de delincuentes. Uno de los  primeros estudiosos que lo hizo fue Terrie Moffitt, en 1993, desarrolló una taxonomia dual de la conducta antisocial, en la que propuso  la existencia de dos tipos de grupos de delincuentes.
Su teoría es una de las más conocidas dentro de la criminología del desarrollo de comportamientos antisociales limitados a la adolescencia y persistentes a lo largo del curso de la vida. La autora toma como punto de partida de su trabajo la sólida correlación que existe entre edad y delito y las dificultades que existen para explicar de manera satisfactoria la curva de la edad. A continuación propone distinguir:
·       Delincuentes cuya actividad delictiva se limita a su adolescencia.
·       Delincuente persistente, que delinquen a lo largo de su vida.
Esta autora insiste en que se trata de una clasificación de dos tipos cualitativamente diferentes de personas cuyos actos delictivos responden a explicaciones distintas. Las de los que dejan de delinquir al final de su adolescencia tenderán a ser próximas y específicas de este periodo, mientras que las del otro grupo se ubican en sus infancias; en este último el cambio es difícil.
La propuesta de esta autora se inscribe de lleno en la criminología del desarrollo en el sentido de que reconoce que las tendencias delictivas no quedan fijadas de forma más o menos determinista, sino que acontecimientos de la vida de las personas (y, más en concreto, de la vida cotidiana) son decisivos para las carreras delictivas. Aunque para esta autora las posibilidades de cambio no son tan abiertas.
La criminalidad responde a un proceso y tiene causas distintas en cada uno de los dos tipos que describe Moffitt.
El origen de la criminalidad de los delincuentes persistentes tiene una naturaleza neuropsicológica. La evidencia empírica apunta en la dirección de que mínimas anomalías biológicas que se han encontrado pueden ser reflejo de problemas de neuronales ocultos, o sea que todavía no han sido observados. El desarrollo neuronal durante el embarazo puede verse alterado por muy diversas razones que entre las que se incluyen el uso de drogas por la madre, una mala alimentación del efecto o la exposición agentes tóxicos antes o después del nacimiento. A mayor abundamiento, continúa la autora, algunas diferencia neuropsicológica entre individuos pueden ser heredadas. Por neuropsicológico la autora entiende estructuras anatómicas y procesos fisiológicos en el sistema nervioso que pueden influir en características psicológicas como el temperamento, el desarrollo del comportamiento, las habilidades cognitivas o las tres a la vez.
Los principales factores que animan a delinquir  a los delincuentes persistentes a lo largo del curso vital son el déficit cognitivo, un temperamento poco controlado, la hiperactividad, una educación deficiente de los padres, las familias rotas, tener unos padres adolescentes, la pobreza o un nivel socioeconómico bajo, los factores de vecindad.
Los factores neuropsicológicos y medioambientales son las construcciones clave que subyacen a la conducta antisocial.
En determinados ambientes estas tendencias e interacciones pueden empeorar todavía más: este sería el caso de hogares, escuelas o barrios desfavorecidos en los que las respuestas al comportamiento de los niños sean contraproducentes (por el contrario, en ambientes favorables las tendencias pueden suavizarse). Como se puede observar, la clave entonces del comportamiento desviado y delictivo de estos chicos y chicas no se encuentra tanto en las disfunciones neuropsicológica que aparecían en primer lugar, como en las consecuencias acumulativas de tipo negativo que se van experimentando: “a lo largo del tiempo, las consecuencias de los problemas de personalidad y de los problemas académicos del joven que se van acumulando van reduciendo las opciones para el cambio. Existen dos consideraciones que contribuyen a atrapar a las personas en una trayectoria antisocial. En primer lugar, el hecho de que se le brinden pocas oportunidades de aprender alternativas prosociales a la mala conducta, por ejemplo, a medida que los jóvenes manifiestan problemas de conducta, son rechazados por sus amigos convencionales, lo que les lleva a asociarse con amigos antisociales. En segundo lugar, los delincuentes persistentes a lo largo del curso vital quedan atrapados  por las consecuencias de su conducta antisocial. Por ejemplo, se hallan en riesgo de  abandonar el colegio, de convertirse en drogadictos, o de ser arrestados y enviados a prisión. Los acontecimientos como estos funcionan como “trampas”, que disminuyen las posibilidades de éxito posterior mediante la eliminación de las oportunidades de romper la cadena de continuidad acumulativa.
Esta teoría destaca el constante proceso de recíproca interacción entre rasgos personales y reacciones ambientales a los mismos”. De este modo, estos individuos tienden a comenzar a delinquir antes en el tiempo y también a mantener una continuidad en su comportamiento antisocial.

La gran mayoría de quienes delinquen en su adolescencia dejan de hacerlo como ya sabemos.
Estos sujetos, en la terminología de Moffitt, limitan su criminalidad a su adolescencia, y éste es el patrón más común de los jóvenes que delinquen. La causa del comportamiento desviado y delictivo de estos jóvenes no tiene nada que ver con disfunciones neuropsicológicas, sino que responde a un proceso de mimetismo. El mimetismo consiste en copiar, imitar un comportamiento que proporciona recursos valiosos; estos jóvenes, entonces, imitan el comportamiento delictivo que ven en otros porque ellos le proporcionan algo valioso para ellos como es el estatus adulto, con su consiguiente poder y privilegio. Aquí la autora recurre al conocido argumento de que, con la modernización, los jóvenes han visto cómo su paso al estatus adulto o maduro de la sociedad se ha ido retrasando más y más, y algunos de ellos encuentran en la delincuencia un proceso más rápido para algunos de sus beneficios. Naturalmente, procesos de reforzamiento de la delincuencia también pueden desempeñar ahora para algún papel: cada harto desviado o delictivo significa una reafirmación de la independencia personal del joven, y por lo tanto tiende a reforzar el comportamiento.
Con el paso del tiempo y en el momento de alcanzar la madurez en la sociedad, la tendencia es abandonar los comportamientos desviados y delictivos. Ello es una consecuencia lógica de que ya no precisan de los mismos para alcanzar lo que desean; más aún, lo que antes se veía como ventajoso ahora pasa al verse como perjudicial en cuanto que puede poner en peligro aspectos relacionados con su estatus. Puesto que no han acumulado la pesada carga de desventajas de los delincuentes permanentes, no tienen mayores dificultades para abandonar el delito de incorporarse a la vida adulta.

III.- HIPOTESIS DE TRABAJO

Moffitt propone que existen dos categorías cualitativamente diferentes de personas antisociales (que difieren en cuanto al tipo, no en cuanto a grado), a saber, los delincuentes persistentes a lo largo del curso vital, y los delincuentes limitados a la adolescencia. Tal y como indican los términos, los delincuentes persistentes a lo largo del curso vital,  comienzan a delinquir a una edad muy temprana y persisten  mas allá de la veintena.

Los principales factores que animan a delinquir a los delincuentes persistentes a lo largo del curso vital son el déficit cognitivo, un temperamento poco controlado, la hiperactividad, una deficiente educación de los padres, las familias rotas, tener unos padres adolescentes, la pobreza y tener un nivel socioeconómico bajo. Los factores de vecindad también son importantes. Los factores genéticos y biológicos son importantes.  El riesgo neuropsicológico  de los  delincuentes persistentes a lo largo del curso vital  interactúa con multiplicidad si existe un entorno desfavorecido.
Este estudio recoge algunos factores que según la Teoría de Moffitt, tiene influencia sobre los delincuentes persistentes a lo largo del curso vital.

Los factores que se investigan tienen relación con la actividad delictiva de los delincuentes persistentes de curso vital, como sostiene la teoría de Moffitt. Se trata de comprobar si en la muestra objeto del estudio se puede establecer esta relación.
Son pocos factores, por lo limitado de la información a la que se puede acceder, ya que al ser un cuestionario, se piden respuestas simples, lo mas objetivas posibles, dentro de unos parámetros de simplicidad.


1.- Lugar de nacimiento, ciudad, barrio marginal o pueblo.
El nacimiento y la infancia en lugares conflictivos es una de las causas que influyen en la comisión de delitos. Se ofrecen tres posibles respuestas en el cuestionario: pueblo, ciudad y barrio marginal.  El medio físico tiene importancia para la comprensión del fenómeno delictivo, de acuerdo con las teorías ecológicas o teoría de la desorganización social. Un ambiente marginal interactúa con otros factores, creando una acumulación de situaciones desfavorables, que contribuyen a atrapar a las personas en una trayectoria antisocial, brindadoles pocas oportunidades de aprender alternativas prosociales.


2.- Nivel socioeconómico, ingresos familiares altos, medios o bajos
La pobreza o el nivel socioeconómico bajo es uno de los principales factores que animan a delinquir a los delincuentes persistentes a lo largo del curso vital


3.- Educación durante la infancia, colegios, cambios, notas, castigos, amigos.
Una educación deficiente es un factor de delincuencia, al igual que el rendimiento escolar bajo, una disciplina dura  y errática.


4.- Inicio de la actividad delictiva, edad, amigos, cantidad de delitos, tipo de delitos.
Los delincuentes persistentes a los largos del curso vital suelen comenzar su actividad delictiva a edades tempranas. En comparación con los delincuentes limitados a la adolescencia, su conducta social es mas grave, mas frecuente, y se manifiesta en toda situación y tiempo.
Uno de los correlatos más sólidos del delito, entre jóvenes sobre todo, es la asociación con iguales delincuentes.


5.- Consumo de drogas
Existe una relación estadística entre consumos de droga y delito. No se puede establecer una relación de causalidad entre comisión de delitos y consumos de drogas, lo que si esta claro en todas las investigaciones es que los delincuentes incurren también en comportamientos desviados, como el consumo de drogas, fenómeno que es conocido como generalidad de la desviación.




IV.- METODOLOGIA

Para la elaboración del estudio se ha elegido a delincuentes que se encuentran en prisión en agosto de 2014.
Se ha seleccionado a internos de más de 40 años, y que hayan tenido un ingreso en prisión antes del año 2000, (mas de 14 años)  por lo que se puede considerar que el grupo seleccionado ha iniciado su actividad delictiva hace mucho tiempo y que, con mas de 40 años  y estando en prisión, se les puede considerar “delincuentes persistentes a lo largo del curso vital”.

Se les ha proporcionado un cuestionario con preguntas cerradas, sobre la edad actual, el lugar de nacimiento, barrio, ciudad o pueblo
Ingresos familiares, altos, medios o bajos
Cuando abandono la casa familiar, en la adolescencia o de adulto

En relación con la educación se les ha formulado preguntas
Tipo de colegio, público o privado
Cambios de colegio
Notas que sacaba en la escuela, buenas o malas
Si recibía castigos duros por parte de los maestros
Si hacia novillos
Si tenía muchos o pocos amigos en la escuela
Hasta que edad estudió

Relacionado con la actividad delictiva, el cuestionario contenía las siguientes preguntas
Si tenía amigos delincuentes en la adolescencia
Edad del primer delito que recordase
Si los delitos los cometía solo o acompañado de otros
Número de delitos que recordase antes de los 15 años, delitos cometidos entre los 15 y 20 años, delitos entre los 21 a 25, y delitos cometidos entre los 26 y los 30 años

Respecto al consumo de drogas, si consumían droga, a que edad comenzaron a consumir, y tipo de droga que consumían


La selección de internos se hace a través del S.I.P. (Sistema Informático Penitenciario), que nos da los datos de los internos presentes, por fecha de nacimiento y por NIS. El NIS (Numero de Identificación Sistemático) es el número que se asigna a cada interno la primera vez que ingresa en prisión. Antes del año 2000, las dos primeras cifras corresponden al año, después de ese año, son las 4 primeras cifras las que indican el año.

Se toman los datos del día 7 de agosto de 2014. El total de internos que hay ese día es de 270.  201 son españoles y 70 extranjeros.

Los individuos encuestados, que consideramos delincuentes persistentes a lo largos del curso vital, son los que cumplen la condición de tener mas de 40 años y haber tenido un ingreso en prisión antes del año 2000. Son 39 internos.
Son todos ellos españoles, y de la provincia de Gipuzkoa. Hay 36 hombres y 3 mujeres.




V.- ANALISIS DE LA INFORMACION

La muestra objeto de estudio son los internos en el Centro Penitenciario de Martutene, el día 7 de agosto de 2014. Cumplen la condición de haber nacido antes del año 1974, por lo que tienen una edad superior a 40 años, y haber tenido el primer ingreso en prisión antes del año 2000, hace mas de 14 años, lo que indica que comenzaron la actividad delictiva antes de esa fecha.

El total de internos ese día era de 270, siendo 201 españoles y 70 extranjeros.

Cumplen esa condición 39 internos, siendo 37 de ellos de Gipuzkoa, uno de Madrid y otro de Albacete, pero estos dos últimos, con la familia radicada en Gipuzkoa.  De los 39 internos considerados delincuentes persistentes a lo largo del curso vital, solamente 1 es mujer.
Analizando este dato, se justifica que todos sean de la misma provincia, por varios motivos.
En primer lugar, el aumento de extranjeros en prisión es un fenómeno reciente, ya que la inmigración comienza en los años 90, por lo que la edad de estos es en término medio, mas joven, y su ingreso en prisión es posterior. No hay delincuentes persistentes extranjeros, en un número significativo todavía.
Por otra parte, el sistema de clasificación y tratamiento penitenciario, tiende a hacer cumplir las penas en la localidad donde tenga radicado el domicilio el penado o su familia. El delincuente persistente a lo largo del curso vital, si bien no sabemos nada de su movilidad geográfica, es normal que cumpla sus condenas en los centros penitenciarios donde haya tenido y tenga sus vínculos familiares y su residencia.


Los internos delincuentes a lo largo del curso vital son un 19% del total de la población interna.

Al cuestionario facilitado contestaron 30 internos, supone un 77% de los delincuentes persistentes, y un 15% de la población interna de españoles.



Edad  y frecuencia de los delincuentes persistentes
EDAD
FRECUENCIA
PORCENTAJE
40
1
3,33
41
2
6,66
42
3
10
43
1
3,33
44
2
6,66
47
3
10
48
1
3,33
49
3
10
50
1
3,33
51
2
6,66
52
2
6,66
54
2
6,66
56
2
6,66
58
2
6,66
60
3
10

30
100




Predominan en cuanto a la edad los comprendidos entre 40 y 50 años, que son 17, y entre los 51 y 60 años hay 13 individuos.




1.- LUGAR DE NACIMIENTO.
La pregunta “lugar de nacimiento”, donde se pedía que contestaran “ciudad”, “barrio marginal”, o “pueblo”, se obtuvieron los siguientes datos


LUGAR NACIMIENT
FRECUENCIA
%
Ciudad
10
33.3 %
Barrio marginal
15
50 %
Pueblo
5
16.6 %
TOTAL
30
100%

Un 50% de los encuestados nació en un Barrio marginal.
De acuerdo con las teorías ecológicas o la teoría de la desorganización social, en ciertas áreas o lugares, los mecanismos de control social se debilitan o están muy desintegrados; las personas de referencia para el niño (padres y vecinos) suelen aprobar la conducta delictiva; por ello, el delito para el joven es una forma de conducta aceptada y apropiada.
Cuando existe un notorio déficit de control social informal, los barrios, por un lado, ofrecen numerosas oportunidades e incentivos para la actividad delincuencial, y por otro, no ofrecen perspectivas de empleo.
El comportamiento delictivo se aprende y se transmite, incluso también en la concreción de las propias técnicas criminales y los mecanismos habituales de control social no son capaces de frenar este proceso.
Las verdaderas carreras criminales se consolidan paulatinamente cuando el individuo se identifica con su mundo delictivo e interioriza la filosofía de la vida de éste y los valores del grupo criminal del entorno. El contacto continuo de jóvenes y adultos delincuentes y el rechazo o la estigmatización de la propia comunidad son decisivos en la consolidación de las carreras criminales.

Un tercio de los encuestados nació en Ciudad, y un 16%   en un pueblo.
La mitad nació en un barrio marginal, y la otra mitad en zonas que podemos considerar no desorganizadas, donde hay mas control social indirecto
Esto hace patente todas las críticas que recibe la teoría de ecológica y de la desorganización social. Por ejemplo, la no explicación de la delincuencia en áreas no delincuenciales, y ni por el contrario, la delincuencia en otras áreas no delincuenciales




2.- NIVEL SOCIOECONOMICO FAMILIAR.

Para obtener datos sobre el nivel socioeconómico de la familia, se pregunto por los ingresos familiares, con tres contestaciones, siendo las respuestas


INGRESOS
FRECUENCIA
%
BAJOS
23
76,77
MEDIOS
6
20
ALTOS
1
3,33
TOTAL
30
100



Se preguntó hasta cuando vivieron en el domicilio familiar, hasta la adolescencia o se fueron en la edad adulta


En el domicilio familiar
FRECUENCIA
%
Hasta adolescencia
18
60
Hasta edad adulta
12
40
TOTAL
30
100


Casi ¾ partes de los encuestados manifiesta que los ingresos familiares eran bajos.
Un 60% abandonaron el domicilio familiar en la adolescencia, lo que es significativo del escaso arraigo familiar, o puede suponer conflicto familiar,

Numerosos estudios revelan que estatus socioeconómico bajo predice la delincuencia.
La teoría general de la frustración, nos dice que los individuos que se ven sometidos a una tensión o frustración por la  fractura existente entre las metas sociales culturalmente sancionadas, como el éxito económico, ascenso en la escala social,  y los medios institucionalizados para alcanzarlos, que no están a disposición de  todos, y además, se reparten de forma desigual en la  escala social.
La falta de satisfacción es mayor entre los que han recibido una educación pobre y tienen ingresos familiares bajos. La falta de satisfacción con el estatus monetario es mayor entre  personas de la parte  baja del sistema de estratificación, existiendo una relación entre clase y delito, aunque sea débil.




3.- EDUCACION DURANTE LA INFANCIA.

El siguiente bloque de preguntas se refiere a la educación percibida durante la infancia, el tipo de colegio, si hubo cambios de colegio, las notas, si recibían castigos duros por parte de los maestros, si eran estudiosos o traviesos, si hacían novillos, y a que edad abandonaron los estudios

En colegios públicos estudiaron 26, y 4 en colegios privados
Manifestaron que cambiaron de colegio durante la infancia 25, y 5 no cambiaron

Se les preguntó por las notas que sacaban durante su asistencia a la escuela, si hacían novillo o asistían con regularidad a clase, y acerca de su comportamiento, si eran estudiosos o traviesos.
También se les pregunto por el trato recibido por los profesores o maestros, si era duro o no

NOTAS
Frecuencia
%
BUENAS
2
6,66
MALAS
28
93,34
Total
30
100


NOVILLOS
Frecuencia
%
NO
2
6,66
SI
28
93,34
Total
30
100


COMPORTAMIENTO
Frecuencia
%
ESTUDIOSO
1
3,33
TRAVIESO
29
96,67
Total
30
100



Castigos maestro
Frecuencia
%
No
6
20
Si
24
80
Total
30
100


Se observa que casi la totalidad manifiesta que sacaban malas notas, denotando que eran malos estudiantes. Los mismos datos nos da la cuestión de los novillos, casi la totalidad no asistía con regularidad a las clases.
El cambio de colegios durante la infancia también supone un factor de inadaptación.
Menos uno, el resto manifiesta que tenía un comportamiento travieso, en contraposición a estudioso.
Un 80% manifiesta que recibía castigos duros por parte de los maestros o profesores


A que edad abandonaron los estudios, se recogen las siguientes

Edad a la que abandonan los estudios  y frecuencia
EDAD
FRECUENCIA
PORCENTAJE
9
1
3,33
10
6
20
11
1
3,33
12
9
30
13
3
10
14
3
10
15
6
20
18
1
3,33
Total
30
100

La mayoría a los 14 años (12) y a los 12 (9)

Los datos demuestran un bajo rendimiento escolar, desinterés por los estudios, al manifestar notas bajas.
El hacer novillos nos indica que hay una falta de control,  una escasa supervisión, que llega al abandono de los estudios a edades muy tempranas.


El bajo rendimiento escolar es un factor importante que predice la delincuencia. La relación entre fracaso escolar y delincuencia se ha demostrado repetidas veces en estudios longitudinales.

Aunque en este estudio no hay datos sobre la forma de ser y otros comportamientos, se podría pensar que pudieran existir ciertos factores individuales, como  impulsividad,  hiperactividad, inquietud y poca concentración.
La impulsividad es la dimensión más crucial de la personalidad que predice una conducta antisocial
Moffitt  propone que los principales factores que animan a delinquir a los delincuentes persistentes a lo largo del curso vital son el déficit cognitivo, un temperamento poco controlado, la hiperactividad, una deficiente educación.
Estos factores de riesgo se exacerban cuando se tiene en cuenta el entono social desfavorecido.




4.-  ACTIVIDAD DELICTIVA.

Relacionado con la actividad delictiva se les pregunta por amigos delincuentes durante la adolescencia, como delinquían y numero de delitos por franja de edad.

Amigos delincuentes en la adolescencia, 28 encuestados  manifiestan que sí tenían, frente a 2 que dicen no haber tenido este tipo de amigos


A que edad cometieron el primer delito:

EDAD
FRECUENCIA
PORCENTAJE
9
1
3,33
10
6
20
11
1
3,33
12
9
30
13
3
10
14
3
10
15
6
20
18
1
3,33
TOTAL
30
100


Sorprende lo temprano que comenzaron a delinquir. A los 10 años un 20% de los encuestados manifiesta que cometió su primer delito. Se puede decir que es delincuencia infantil, más que juvenil. Hay tener en cuenta que como delito se cuenta toda actividad ilícita, que puede ser falta, e incluso un comportamiento que es percibido por el encuestado como delictivo, como gamberrismo, vandalismo, o simples faltas de educación social.
El 97% de los encuestados comenzó a delinquir antes de los 15 años.


Delinquían solos 3, y delinquían acompañados con otros delincuentes 27. 
El contacto con pares iguales correlaciona con el delito
Uno de los correlatos  más importantes del delito es la asociación con pares iguales. La investigación criminologica ha destacado que los jóvenes delincuentes  suelen tener amigos o iguales que son ellos mismos delincuentes y pasar mucho tiempo con ellos y que suelen delinquir en su compañía.
La coparticipación delictiva  se refiere al hecho de delinquir en compañía de otros individuos.
Algunas de las teorías que más relevancia han otorgado a la influencia causal de los pares han sido las de la asociación diferencial, y la del aprendizaje social. Estas teorías hacen hincapié en el papel que los grupos de iguales desempeñan en la infracción de las normas. Existen distintas formas en que esta correlación puede explicarse: Puede ser que exista una misma causa tanto para la asociación con delincuentes como para la comisión de hechos delictivos, ambos  fenómenos serían diferentes medidas de la misma cosa y no habría relación causal entre ellas.  En segundo lugar, es posible que la asociación con iguales delincuentes influya en que uno tiende a delinquir. Puede ser también que aquellos que delinquen tienden  a relacionarse y frecuentarse entre ellos. También se ha defendido una interacción reciproca entre ambas variables: tener amigos delincuentes empuja al delito y delinquir acerca a otros sujetos que también lo hacen.  También podría distinguirse varios tipos de delincuentes, siendo valida una de las hipótesis para cada uno de ellos.

Hay estudios que sostienen que la mayoría de los delitos cometidos hasta los últimos años de la adolescencia se comenten con otros, mientras que los delitos cometidos de los 20 años en adelantes son perpetrados en solitario. Este cambio no tiene su origen en procesos de abandono, ni en el hecho de que los delincuentes en grupo desistan antes que los delincuentes en solitario. En vez de eso, se produce un cambio dentro de las personas, las personas cambian de la delincuencia en grupo a la delincuencia en solitario a medida que van creciendo. Las razones que se dan para la delincuencia hasta los últimos años de la adolescencia son bastante variables, incluidas las utilitarias (por ejemplo, obtener bienes materiales, o la venganza), la emoción o el entretenimiento (o remediar el aburrimiento), o el hecho de que las personas se enfaden (en el caso de los delitos violentos). En contraposición, desde los 20 años en adelante, los motivos utilitarios pasaron a ser cada vez más dominantes.



Numero de delitos cometidos por franja de edad
EDAD

Delitos -15 años
DEL 15 a 20 años
DEL 21 a 25 años
DEL 26 a 30 años
42

10
60
50
10
51

0
60
50
10
51

30
80
50
10
43

0
40
40
5
56

50
50
40
20
52

50
12
12
5
49

0
20
40
20
54

0
20
40
20
50

10
50
40
20
48

10
40
40
20
56

30
40
50
20
42

0
80
50
30
58

50
60
60
30
44

60
60
60
30
47

60
60
60
20
42

60
50
40
20
54

60
50
40
10
47

60
40
40
10
41

60
40
40
10
60

60
40
30
20
44

60
80
30
10
60

60
60
30
5
58

50
50
20
5
47


50
60
20
5
60

0
40
20
10
40

40
60
40
1
49

40
50
50
0
41

40
50
50
20
52

50
50
40
5
49

0
60
40
5
TOTAL

1050
1512
1212
406
%

25,12 %
36,18 %
29 %
9,70 %





Llama la atención el abultado número de delitos que manifiesta haber cometido. Hay que hacer constar que se incluye todo tipo de infracción penal, delitos, faltas, e incluso puede que manifiesten como delito actividades que no lo son, como gamberrismo o vandalismo. También influye en que la mayoría de ellos al consumir drogas, han cometido delitos relacionados con el trafico de sustancias estupefacientes o psicotrópicas, y computan como delito cada una de esta actividad (por ejemplo, traficar con hachis, se puede computar cada vez que se venda a un cliente algo, o cada vez que se compra una partida para venderla)

Del total de delitos cometidos hasta los 30 años, el 25% se cometieron antes de los 15 años. Una delincuencia muy precoz. De los 15 a los 20 años, casi un 40 % del total de los delitos cometidos.
Hasta los 25 años cometen un 30% de los delitos, y a partir de los 25 años se observa una clara disminución de la actividad delictiva.

La grafica muestra la curva de la edad, si bien el descenso no es pronunciado, ya que al ser solamente de delincuentes persistentes a lo largo del curso vital, faltan los delincuente que delinquen en la adolescencia, y abandonan la actividad delictiva en la edad adulta, que es lo que hace caer bruscamente la curva de la edad.
No obstante, si hay descenso, lo que significa, de acuerdo con la criminología del desarrollo, que reconoce que  las tendencias delictivas no quedan fijadas de forma mas o menos determinista, o sea de una vez por todas en los primeros años o incluso en el nacimiento, sino que acontecimientos de la vida de las personas, y mas en concreto de la vida cotidiana, son decisivos para las carreras delictivas. Las posibilidades de cambio también están presentes en la vida de los criminales.





5.- CONSUMO DE DROGAS Y ACTIVIDAD DELICTIVA.

El último bloque de preguntas relaciona el consumo de drogas con la actividad delictiva
Se pregunta si consumen drogas, a que edad comenzó el consumo, y tipo de droga consumida

Edad a la que empezaron a consumir drogas, salvo uno que manifestó que no consumía, el resto es consumidor desde la primera adolescencia.







EDAD
FRECUENCIA
%
No consume
1
3,33
10
1
3,33
12
10
33,33
14
10
33,33
15
6
19,98
16
2
6,66
TOTAL
30
99,96

Edad en la que comenzaron a consumir, y frecuencia

Un tercio comenzó a consumir a los 12 años, y otro tercio a los 14 años.  Salvo uno que no consume drogas, el resto comenzó a consumir antes de los 16 años. Indica que comenzaron a consumir casi en la infancia, muy pronto.

El tipo de droga consumida,  1 no consume, 1 solo hachís, el resto, 28 son policonsumidores, hachís, cocaína, heroína y pastillas.

Mayoritariamente se piensa que el consumo de drogas y delincuencia están vinculados de alguna manera, aunque las investigaciones que se han hecho en este sentido han arrojado resultados heterogéneos.  Hay una conexión estadística entre consumo de droga y delito.


Relacionando la edad en que se cometió el primer delito y la edad en que se comenzó el consumo de drogas, tenemos el siguiente cuadro



EDAD 1º DELITO
EDAD COMIENZO CONSUMO DROGAS
TIPO DROGA
14
15
MULTI
15
14
MULTI
12
12
MULTI
18
0
NO
12
12
MULTI
13
14
MULTI
15
15
HACHIS
15
15
MULTI
14
15
MULTI
14
15
MULTI
13
14
MULTI
15
14
MULTI
13
14
MULTI
10
12
MULTI
10
12
MULTI
12
12
MULTI
9
10
MULTI
10
12
MULTI
10
12
MULTI
10
14
MULTI
10
14
MULTI
12
15
MULTI
12
14
MULTI
12
16
MULTI
15
16
MULTI
11
12
MULTI
12
12
MULTI
12
12
MULTI
12
14
MULTI
15
14
MULTI


Primero delinque
19
63,3 %
Primero consume drogas
3
10
Igual edad delito y consumo
7
23,3
No consume
1
3,33
Total
30
99,99 %



Estos datos revelan que el 63,3% comenzó primero a delinquir y después a consumir drogas.
Podría interpretarse que las droga no precipita al delito, esto es, que los delincuentes son proclives a consumir drogas, o que las drogas no es el origen o causa del delito, aunque tenemos un10% que comenzó el consumo de droga antes que la actividad delictiva.
De todos modos, al ser el cuestionario un autoinforme, no hay que descartar apreciaciones subjetivas de los autoinformados que no coincidan con la realidad.

Las investigaciones hechas en criminología tienden a  mostrar que los consumidores de droga tienen más probabilidad de ser delincuentes que los no consumidores, y que los delincuentes tienen mayor probabilidad de consumir droga que los no delincuentes
Las conclusiones anteriores indican que hay una conexión estadística entre consumo de drogas y delincuencia. Las formas en que la droga y la delincuencia podrían estar conectadas son diversas. Algunas de ellas podrían ser causales y otras, no causales.  Los modelos mas comunes  de la conexión hallados en la literatura son: el modelo “consumo de droga es causa de delitos”, el modelo “los delitos son causa del consumo de droga”, el modelo “reciproco”, el modelo “causa común”, el modelo “coincidencia”.

En esa investigación predomina “el delito es causa del consumo de drogas”, y se basa en el principio de que la conducta criminal de alguna manera provoca el abuso de drogas, ya que casi dos tercios de los encuestados son delincuentes antes que consumidores.
Pero no se puede afirmar que haya una relación causal entre delito y consumo de drogas.
El delito y el consumo de drogas confluyen a menudo, pero esto no quiere decir que el delito sea causa del consumo de drogas. Tal vez se encuentren juntos  porque  ambos están causado  por otros factores, o porque coexisten con múltiples conductas problemáticas






VI.- CONCLUSIONES

El presente trabajo tiene una vocación modesta, y se orienta fundamentalmente a constatar si unos individuos seleccionados de modo no aleatorio de entre los internados en el Centro Penitenciario de San Sebastián, que reúnen las condiciones de ser delincuentes persistentes a lo largo del curso vital, ya que tienen mas de 40 años, e iniciaron su actividad delictiva hace mas de 14 años, presentan unos factores que caracterizan a este tipo de delincuentes.
No se pretende que sea representativa del resto de delincuentes persistentes a lo largo del curso vital, ni geográfica ni temporalmente. Tampoco sabemos el número total de de delincuentes persistentes que pudieran existir, por lo que los datos aportados por los individuos objeto de este estudio no se podrían extrapolar a la generalidad de la  población.

Los individuos de esta muestra son todos ellos españoles, no hay ninguna muestra de individuos extranjeros, que este en prisión y cumpla con los requisitos para encuadrarle como delincuente persistente a lo largo del curso vital. Y son todos ellos de la provincia en que se encuentra el Centro Penitenciario, Guipúzcoa, o tienen radicación familiar en ella.

De los 270 internos en prisión, el día de la muestra, 7 de agosto, 201 son españoles, y de estos, 39 se encuentran comprendidos entre los que definimos como delincuentes persistentes a lo largo del curso vital, suponiendo un 19% de la población penitenciaria en San Sebastián. Solamente hay una mujer entre este grupo, lo que supone el 2,5% de la muestra.

En lo referente a edades, los comprendidos entre 40 y 50 años son 17, suponiendo un 57% de los encuestados.

La mitad de los encuestados nacieron y se criaron en un barrio marginal, y la otra mitad en ciudad (el 33,3%) y pueblo (16,67%). 

El nivel socioeconómico familiar donde se han criado los encuestados ha sido bajo,  (76,77%), y un 60% de ellos abandono el hogar familiar en la adolescencia

La educación durante la infancia se caracteriza por malas notas en más del 93% de los individuos autoinformados. –igual porcentaje resulta cuando se les pregunta si hicieron novillos los que manifiestan que si.
Casi el 97%, 29 de los que contestaron manifiestan que eran “traviesos”, frente a 1 que manifestó ser “estudioso”
Así mismo, el 80%, 24 de los individuos, dice que recibían castigos del maestro o profesor “con frecuencia”.
El abandono escolar es muy notable, comienza con 1 individuo a los 9 años, a los 10 años el 20%, a los 12 años el 30%, y a los 15 el 20%. Abandono en la primera adolescencia

Por lo que se refiere a la actividad delictiva, 28 individuos manifiesta que tenían amigos delincuentes, frente a 2 que no tenían.

Comenzaron a delinquir a edad muy temprana, el primero a los 9 años, un 20% a los 10 años, destacando  un 30% a los 12 años, y a los 15 años un 20%. Uno comenzó a los 18 años

El número de delitos es abultado. Por franja de edad, antes de los 15 años han cometido un 25,12% de los delitos que manifiestan hasta los 30 años. De los 15 a los 20 años los delitos cometidos son el 36,18% del total.  El siguiente tramo de edad, de los 20 a los 25 años, desciende el porcentaje al 29%, y de los 26 a los 30 años el descenso es claro, al 9,7% de los delitos manifestados.

En relación con el consumo de drogas, hay una relación clara entre delincuentes y drogadicción. Salvo uno de los encuestados que manifiesta que no consume ningún tipo de drogas, el resto son consumidores habituales desde tempranas edades, un individuo consume solamente hachís, y el resto, 28 individuos, casi un 94% son policonsumidores, es decir consumen hachís, cocaína, heroína, y pastillas.
El inicio en el consumo de drogas es muy temprano, en edad infantil en alguno de ellos, 1 a los 10 años, a los 12 años un tercio de los encuestados, y a los 14 años también un tercio, a los 15 años un 20 %, 6 de los autoinformados, y a los 16 años se inician dos individuos (6,66%).
Los datos indican que los individuos autoinformados, primero comienzan la actividad delictiva, en un 63,3%, 19 de los encuestado, 3 de ellos, el 10%,  primero se iniciaron en el consumo de drogas y posteriormente delinquieron, y 7 personas, el 23,3% comenzaron a la misma edad a consumir drogas y a delinquir.

Los principales factores que se dan en el grupo de personas consideradas delincuentes persistentes a lo largo del curso vital, de esta muestra, y que animan a delinquir, de acuerdo con los postulados de Moffitt, serían una educación deficiente, que por los datos que tenemos de fracaso escolar, cambios de escuela, malas notas, novillos, quizá apunten un déficit cognitivo, o un temperamento poco controlado.
La pobreza y el nivel socioeconómico bajo, también son factores tenidos en cuenta por Moffitt en su teoría.
Los delincuentes persistentes a lo largo del curso vital comienzan a delinquir a una edad temprana, y continúan delinquiendo más allá de la veintena. Este grupo analizado tiene los inicios de la actividad delictiva casi en la infancia.
La teoría de Moffitt también postula que estos delincuentes exhiben una conducta antisocial desde una edad más temprana, siendo un rasgo de característico de los delincuentes persistentes a lo largo del curso vital el inicio temprano de los problemas de conducta y de la delincuencia. También de otros comportamientos desviados, como es el consumo de drogas.

Todos estos factores interaccionan en determinados ambientes, como pueden ser barrios marginales y desfavorecidos, problemas familiares y escolares, en que el comportamiento de los niños es contraproducente. A lo largo del tiempo, las consecuencias de los problemas personales, académicos y sociales del joven se van acumulando, en un constante proceso de reciproca interacción con el ambiente, reduciendo las opciones de cambio.


  -Lesmes Rodríguez Badillo. Septiembre 2014. -

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